Hay veces en las que te dicen "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Y tienen razón. Y no en el sentido que todos estáis pensando.
Hay veces en las que solo al perder a alguien es cuando nos damos cuenta del daño que nos hacían. De la relación tóxica que manteníamos. Pero no siempre hay que esperar hasta que sea tarde. Las relaciones tóxicas - tanto de amor como de amistad - pueden detectarse a tiempo. Y se puede salir de ellas antes de que nos hagan mucho daño.
Cuando hablamos de relaciones tóxicas, nos referimos a aquellas que nos traen malas consecuencias a nuestra vida. Aquellas que nos hacen sentir mal con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Aquellas que sientes que hay algo que no está bien.
Lo triste es que hoy en día aún hay muchas personas que viven rodeadas de relaciones tóxicas, ya sean amorosas, familiares o de amistad. Y no hacen nada para cambiarlo porque consideran que su situación es "normal". Pero no tienen absolutamente nada de normal. Y nosotras estamos aquí para desnormalizarlo.
Una relación basada en la dependencia emocional no es una relación sana, sino más bien al contrario. Una relación basada en los celos, en la falta de confianza y en el "sin ti no puedo vivir" o "sin ti no soy nada" no puede ir a buen puerto. Una persona está completa tenga o no pareja, y el hecho de estar en una relación es solo un añadido más a nuestras vidas, hacia mejor. Y el hecho de sentir que tu vida no tiene ningún significado si una persona no está en ella implica, normalmente, que hay un problema con esa relación.
Una cosa que es intolerable es el hecho de que una persona te haga apartarte de tus seres queridos. Que te obligue a alejarte de personas que te quieren y a las que tú quieres porque solo te quieren para ellos solos. Ese es un gran síntoma de relación tóxica.
Y es que en una relación, sea del tipo que sea, nadie nunca puede hacerte sentir mal contigo mismo. Nadie puede criticarte hasta el punto de perder la confianza que tienes en ti. Tienen que ayudarte y hacerte crecer como persona. Ayudar a que te quieras y a darte cuenta de lo mucho que vales por ti mismo.
Y, de la misma manera, nadie puede hacerte decir que cambies tu forma de ser, porque es lo que te hace ser tú. Nadie puede obligarte a cambiar ni modificarte a su antojo. Si te quiere, te querrá tal y como eres. No tal y como a ellos les gustaría que fueras.
Hay tantas cosas que están mal en el mundo que si empezara a describirlas no acabaría jamás. Como cuando dicen "quién te quiere, te hará llorar". No hay mentira igual que aquella. Quién te quiere, hará lo posible para que eso no ocurra. Y, si ocurre, estará a tu lado para tratar de sobrellevarlo. Una persona que te hace llorar o sentirte mal no es una persona digna de estar a tu lado.
Ya basta de normalizar las relaciones que nos destrozan poco a poco. Debemos dejar de normalizar que una persona se imponga en nuestra vida y en nuestras decisiones. Debemos dejar de depender de otros excepto de uno mismo. Debemos dejar de normalizar que la posesividad sea un acto de amor. Debemos dejar de normalizar que las mentiras son algo normal en las relaciones. Porque no es así.
Porque somos personas. Y necesitamos rodearnos de seres que nos respeten y nos quieran tal y como somos. Que nos hagan reír. Pero sobretodo, que nos hagan crecer. Y que nos quieran libres.
Esperamos que os haya gustado esta reflexión que queríamos compartir con vosotros. La toxicidad en las relaciones es algo que vemos de forma constante y que está tan anclado en nuestro día a día que nos cuesta ver. Así que, si os encontráis en alguna de estas situaciones, os recomendamos hablar con las personas que os rodean sobre el tema para que os ayuden y alejaos lo antes posible de este tipo de relaciones. Porque sois demasiado valiosos como para rodearos de personas que os harán daño.
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