¡Hola a todos!
En esta entrada no os hablamos de como hacer un regalo a otra persona, sino de como haceros un autoregalo.
Una vida está llena de cambios. Está llena de personas que vienen y van. De experiencias que nos marcan. Y son estos cambios los que nos hacen crecer, madurar, evolucionar. Pero, hay veces que, entre tanto cambio, olvidamos ser quién solíamos ser.
Olvidamos aquello que un día pensamos. Y acabamos siendo la persona que dijimos que nunca seríamos, haciendo las cosas que nunca creíamos poder hacer y siendo personas viviendo una vida que no se parece en nada a lo que teníamos planeado.
Romper los planes que nosotros mismos nos imponemos no está mal, porque no hay nada mejor en esta vida que lo inesperado. Pero si hay una cosa que no podemos olvidar es que tenemos que sernos fieles a nosotros mismos.
Olvidamos aquello que un día pensamos. Y acabamos siendo la persona que dijimos que nunca seríamos, haciendo las cosas que nunca creíamos poder hacer y siendo personas viviendo una vida que no se parece en nada a lo que teníamos planeado.
Romper los planes que nosotros mismos nos imponemos no está mal, porque no hay nada mejor en esta vida que lo inesperado. Pero si hay una cosa que no podemos olvidar es que tenemos que sernos fieles a nosotros mismos.
Y porque nunca está de más que nos recuerden quienes somos, os recomendamos hacer una carta a vuestro "yo" del futuro. El futuro puede ser el final de este curso, fin de año, cuando tengáis 30 años, después de tener vuestro primer hijo, cuando cumpláis 50 años... Vosotros ponéis la fecha.
Pero no tiene por qué ser solo una carta que os sirva para no perder el rumbo. Puede ser una carta en la que expliquéis vuestros sueños y aspiraciones. O una en la que os animéis a vosotros mismo a lograr lo que os propongáis. Simplemente, escribid algo que creáis que de aquí a un tiempo os gustaría leer. Cosas que os gustaría recordar. Que os gustaría que os recordaran.
Escribid. Lo que sea. Una línea, 10 hojas. Lo que os salga, lo que sintáis, lo que necesitéis. Pero escribid.
Y sed fieles a vuestra palabra. A vuestra definición del futuro. Abrid la carta cuando realmente creáis que es el momento y no cuando tengáis ganas. Sed pacientes, porque cuando llegue el momento en el que dijisteis que la abriríais, esta carta, será vuestro tesoro. Vuestro regalo más preciado.
¡Nos leemos pronto!
The Optimistic Side
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