La felicidad es algo que debes querer encontrar. No cae del cielo. No vas a despertarte un día y encontrar a la felicidad durmiendo al otro lado de la cama. La felicidad se haya en los lugares más recónditos de nuestra vida, lugares en los que ni siquiera buscamos porque damos por hecho que no encontraremos nada en ellos. Para ser feliz, primero tienes que decidir serlo.
A veces, podemos llegar a pensar que la felicidad se obtiene a través de algo material, pero no podemos estar más equivocados. La felicidad está en las pequeñas cosas, y la mayor satisfacción de todas empieza en ti mismo. La podemos encontrar en el reencuentro con la persona querida, en el abrazo que tanto necesitábamos, en leer ese libro que tanto nos gustó la primera vez, en un paseo, en una sonrisa, en una comida, en la familia, en la risa de un bebé y en millones de cosas más. No es difícil encontrarla. Aunque en muchos casos, solo necesitamos que alguien nos la destape y nos ayude a ver las cosas con más claridad, y este es nuestro cometido aquí.
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